viernes, 18 de marzo de 2011

Mejorar Nuestra Autoestima 1

Protección Solar para Nuestra Autoestima

Continuando con nuestro objetivo de suministrar herramientas que contribuyan al bienestar emocional de nuestros lectores, inicaremos un breve ciclo de trabajo sobre la autoestima.
Este cilco de trabajo coincide con el inicio en nuestra sede de Alicante, de el Taller Mejorando Nuestra Autoestima, que empezará a comienzos de abril.
Iniciaremos este trabajo, con una reflexión sobre algunos aspectos que pueden ser indicativos de la salud de nuestra autoestima, y que de manera lúdica, pueden destacarse en el video que adjuntamos a continuación.
Te invitamos a reflexionar sobre el mismo, y a estractar algunos elementos que puedan ser más importantes en el descubrimiento y/o fortalecimiento de tu autoestima.
En futuros artículos, profundizaremos en el tema.


viernes, 4 de marzo de 2011

REFLEXIONES FINALES

Con la presentación de los mensajes que deterioran las relaciones con los hijos, esperamos contribuir a que los padres tengan una mayor claridad acerca del por qué de muchos de los comportamientos rebeldes, antagonistas, incomprensibles, etc. de sus hijos. Aunque está claro que no puede explicarse toda la relación entre padres e hijos, por los mensajes emitidos por los padres, sí es cierto, que los mensajes que los padres dan a los hijos, tienen mucho que ver con el comportamiento de éstos últimos.
Nuestra invitación a reflexionar sobre estos mensajes, pretende que los padres exploren nuevas alternativas de comunicación con sus hijos, no sólo contando con buena intención, sino también con herramientas prácticas, que les ayuden a expresar cariño, respecto aceptación, comprensión, etc., a sus hijos.
Sabemos, en el ámbito profesional, que las relaciones entre padres e hijos son un factor cru
cial para la convivencia en la familia, y que promover una sana relación con los hijos, contribuirá al bienestar emocional de todos lo miembros de la misma.
Como los mensajes dados por los padres a sus hijos, son sólo una parte de la relación y de la convivencia en familia, continuaremos compartiendo con ustedes, otra serie de elementos útiles para la convivencia, y que tiene que ver con la auotestima, la autonomía, la asertividad, la resolución de conflictos, etc.
Les animamos a continuar con este trabajo de reflexión y aprendizaje, y a promover un ambiente emocional más sano en la familia.

CÓMO MEJORAR LA RELACIÓN CON NUESTROS HIJOS 10

Tema I: Mensajes de los Padres que deterioran la Relación con los Hijos.


10. CATALOGAR. COMPARAR CON OTROS.

Otro obstáculo que hace mucho daño a la comunicación y al crecimiento de nuestros hijo es la actitud de catalogar y comparar con otros. Un esquema mental rígido hace pensar y actuar como si existiera una receta, o norma general, que dicte como ha de ser cada persona y cómo debe actuar en cada momento, si quiere ser “normal”.

De este modo se viene a negar prácticamente a los hijos el derecho a tener su propia individualidad, su identidad personal: no puede ser como es, ni puede sentirse como se siente, ni se le reconoce el derecho a ver las cosas como las ve. Se le compara con un “modelo” y se 1e indica que si quiere ser aceptado y querido, tendrá que ser como el modelo con el que se le ha comparado. El hijo vivencia : “Yo no valgo la pena, soy despreciable si quiero ganarme la estimación de mis padres tendré que ser como el “modelo” que me ponen”.

La comparación y la invitación a imitar puede expresarse de formas muy diversas : “A ver cuando eres tan trabajador como tu hermano”. Otras veces se hace de una forma más sutil, por ejemplo, se alaba la conducta de otro hermano o de un familiar en un contexto en el que se supone una invitación a imitarlo : “Qué generoso es Juan, con él sí que es agradable estar”. “¡Qué ricura de hijo, si que es gracioso!”.

En otras ocasiones la comparación tiene el sentido de catalogar directamente al hijo : “Éste es tan raro como su tío..”. “Tiene el genio de su abuelo”. “Eres la oveja negra de la familia”. En estas ocasiones el catalogar, fácilmente tiene el efecto de empujar al hijo a comportarse como se espera de él.

En diversas situaciones, el término de la comparación se establece con el propio padre, poniéndose él mismo como modelo : “Yo en tu lugar ya habría sacado las oposiciones”. “Si yo hubiera tenido más medios que tú has tenido...”. “A mí eso no me pasa”.

Se suelen poner estas comparaciones para “retar” al hijo y motivarlo más, en la consecución de un objetivo. El resultado, sin embargo, suele ser muy diferente del esperado. Toda persona que ha sido comparada con los demás se siente rebajada, insegura, dependiente de la opinión de los demás y busca angustiosamente la aprobación de los otros.

Así mismo, cuando reciben alabanzas, que en realidad intentan condicionar su comportamiento, tienden a pensar que si se les hacen esas demostraciones, o se les estima, es porque no se les conoce suficientemente.

Los hijos, como en general las personas, para recibir la aprobación y el afecto de los demás, se empeñan en ser como se espera de ellos, pero al constatar que no lo terminan de lograr acumulan sentimientos de frustración y agresividad, que en ocasiones concluyen en un rebelión abierta : “Ya que no puedo ser como ellos quieren que sea, y como soy no les gusto, voy a ser lo contrario, y que se fastidien”.