martes, 3 de julio de 2012

CONCIENCIA EMOCIONAL 2

La conciencia emocional también implica aceptar lo que descubrimos dentro de nosotros, aunque no nos guste y nos resulte molesto, porque si soltamos esa patata caliente rechazando lo que descubrimos como desagradable, tienen lugar dos consecuencias inevitables para todos nosotros:

1. Bloqueando nuestras emociones no dejándoles nacer, impedimos que nosotros mismos aprendamos qué son, cuando se originaron y porqué se originaron.

      2.      Debido a que no gastamos esos sentimientos, pues apenas los percibimos tratamos de enterrarlos, tendremos que encontrar un modo de deshacernos de ellos, y en nueve de cada diez veces optaremos por el recurso más fácil, pero al mismo tiempo más perjudicial, refugiarnos en el sentimiento de culpa o de vergüenza, los dos enemigos de tener un aceptable coeficiente emocional, y, por consiguiente, los dos síntomas de tener un CE bajo.

Las personas que no son capaces de aceptar sus emociones viene a indicar que también tienen serios conflictos de aceptarse a sí mismos; a menudo buscan a  otra persona a quien echar la culpa de, por ejemplo, su rabia, y tratan de convencerse de que su tristeza y ansiedad son vergonzosas. Esto no sólo es una pérdida de tiempo y energía sino que también enturbia nuestros sentidos, tan necesarios para todos porque nos ayudan a permanecer emocionalmente alerta en nuestra vida diaria. Sin la aceptación de nuestras emociones, perdemos la capacidad de tomar las decisiones adecuadas y la fuerza que nos impulsa a actuar.

Aceptar nuestros sentimientos no significa resignarnos pasivamente a ellos, nada de eso. Tampoco significa vivir con dolor, dejándose maltratar por los sentimientos de los otros, o tolerar cualquier cosa que nos hagan los demás. Significa aceptar positivamente cada uno de nuestros sentimientos, incluso aquellos que nos resultan desagradables como algo informativo a nuestra  persona. Significa también comprender que nuestras emociones son plenamente soportables por muy desagradables que parezcan, por muy fuertes que sean. Significa también que si podemos querernos a nosotros mismos también podemos querer a los otros.

La aceptación, en teoría, aparece como algo razonable y lógico, y como consecuencia fácil; pero en la práctica es un punto difícil para casi todos. Normalmente, casi todos, hemos pasado por la experiencia, en un momento determinado de nuestra vida, de experimentar sentimientos muy intensos, y hemos experimentado que esos sentimientos pueden soportarse y, por tanto, esta experiencia debería servirnos para aceptar los sentimientos de cualquier momento. La aceptación de nuestros sentimientos es lo primero que aparece cuando caen nuestras defensas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario