ENEMIGOS DE LA EMPATÍA
La empatía
como valor es encomiable y como actitud
personal muy bonita, pero ¿es fácil ser empático? Diríamos que es muy difícil obrar con empatía en
nuestras relaciones interpersonales. Tenemos muchos enemigos internos, que de tanto
practicarlos, nos impiden que obremos emocionalmente empáticos con los
demás. Vamos a explicarlo con distintos ejemplos.
Llega a
nuestros oídos que fulanito de tal ha cometido un hecho a simple vista muy
negativo. Reacción instantánea nuestra: le enjuiciamos, emitimos un juicio,
fácilmente condenatorio, antes de meternos en el pellejo de esa persona para
ver qué es lo que le impulsó a cometer tal hecho y por qué causas lo hizo y
cómo se sintió al hacerlo; es decir, lo condenamos antes de intentar ponernos
en su situación, meternos dentro de él con comprensión y sin juicios críticos,
para sentirnos cómo él se sintió cuando se vio impulsado a cometer tal hecho.
Primer enemigo pues de la empatía, enjuiciamos críticamente al otro.
Segundo
enemigo: encasillamos al otro. De una persona nos hacemos una idea y
pase lo que pase y obre como obre, siempre obra de acuerdo a los parámetros
mentales que tenemos de ella, o sea que tire por donde tire siempre le pilla
el toro. Obrar con empatía es obrar con comprensión y con generosidad.
Todos estos
enemigos, junto a algunos más que me dejo en el tintero para no hacer este
apartado excesivamente largo, son los que hacen que la empatía sea tan difícil
de llevar a cabo como necesaria lo es para establecer unas relaciones más
entrañables y positivas entre las personas. Para ser empático con otra persona,
he de hacer un esfuerzo interno ímprobo, que me permita quedarme en blanco
frente a esa persona para captarle tal como se está sintiendo en ese preciso
momento que la tengo frente a mí, he de saber ponerme frente a ella para
hacerle de espejo y quitar mis pensamientos y mis sentimientos, para que en mi
espejo se reflejen solamente los pensamientos y los sentimientos de ella; por
eso los juicios de valor son un gran enemigo de la empatía como ya dije
más arriba.
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