domingo, 19 de mayo de 2013

EMPATÍA 4


ENEMIGOS DE LA EMPATÍA


La empatía como valor es encomiable y como  actitud personal muy bonita, pero ¿es fácil ser empático? Diríamos que es muy difícil obrar con empatía en nuestras relaciones interpersonales. Tenemos muchos enemigos internos, que de tanto practicarlos, nos impiden que obremos emocionalmente empáticos con los demás. Vamos a explicarlo con distintos ejemplos.

Llega a nuestros oídos que fulanito de tal ha cometido un hecho a simple vista muy negativo. Reacción instantánea nuestra: le enjuiciamos, emitimos un juicio, fácilmente condenatorio, antes de meternos en el pellejo de esa persona para ver qué es lo que le impulsó a cometer tal hecho y por qué causas lo hizo y cómo se sintió al hacerlo; es decir, lo condenamos antes de intentar ponernos en su situación, meternos dentro de él con comprensión y sin juicios críticos, para sentirnos cómo él se sintió cuando se vio impulsado a cometer tal hecho. Primer enemigo pues de la empatía, enjuiciamos críticamente al otro.

Segundo enemigo: encasillamos al otro. De una persona nos hacemos una idea y pase lo que pase y obre como obre, siempre obra de acuerdo a los parámetros mentales que tenemos de ella, o sea que tire por donde tire siempre le pilla el toro. Obrar con empatía es obrar con comprensión y con generosidad.

 Tercer enemigo: criticamos destructivamente sobre los demás. Hay personas que son muy cotillas y peores que  una plaga, pues a quien cogen entre sus mansos lo deshacen, critican por criticar, sin tener conocimiento de causa; y sus críticas las ponen delante del ventilador y las airean a los cuatro vientos causando un daño, a veces, irreparable a la persona. Lo he puesto el tercero en la lista pero quizá merecería estar el primero en ella. Creo que por las repercusiones y por la forma de actuar, no merece la pena que se haga ningún comentario a esta forma de proceder para certificar que es totalmente contraria a la empatía; es algo obvio y que cae por su propio peso.

 Cuarto enemigo: Adivinamos el pensamiento del otro. Es muy frecuente estar comunicándonos con otra persona y cuando aparentemente estamos escuchando lo que nos dice, estamos pensando “esto lo dice por ..., o “ahora va a decir ...” Naturalmente que lo primero que estamos haciendo es no escucharle, sino adivinando lo que va a decir a continuación o por qué dice lo que está diciendo, con lo que tampoco estamos siendo comprensivos con ella; nos adelantamos a sus pensamientos y nos los creemos en tanto o en cuanto se adecuan a lo que nosotros pensamos que ella está pensando. Otros enemigos de la empatía también pueden ser: Comparar y moralizar.

Todos estos enemigos, junto a algunos más que me dejo en el tintero para no hacer este apartado excesivamente largo, son los que hacen que la empatía sea tan difícil de llevar a cabo como necesaria lo es para establecer unas relaciones más entrañables y positivas entre las personas. Para ser empático con otra persona, he de hacer un esfuerzo interno ímprobo, que me permita quedarme en blanco frente a esa persona para captarle tal como se está sintiendo en ese preciso momento que la tengo frente a mí, he de saber ponerme frente a ella para hacerle de espejo y quitar mis pensamientos y mis sentimientos, para que en mi espejo se reflejen solamente los pensamientos y los sentimientos de ella; por eso los juicios de valor son un gran enemigo de la empatía como ya dije más arriba.

No hay comentarios:

Publicar un comentario